Published agosto 11, 2023 by

La ola

Resulta difícil escribir después de tanto tiempo de retiro y reflexión. Sobre todo resulta triste intentar al menos esto último en los tiempos que corren. Dadas las circunstancias, en una sociedad que se mueve como pez en el agua sobre la ola de las noticias falsas, el adoctrinamiento canalla de las ideas sectarias sobre el concepto bastardo de «patria», y la connivencia de los afines a esa secta que manejan hilos importantes de los resortes de la cohésion y protección social, reflexionar y poner el dedo en la llaga te procura enemigos íntimos e insospechados; es un deporte de riesgo extremo la reflexión, puesto que ya no hay espacios para el debate, la aportación de datos objetivos y sobre todo alcanzar un punto intermedio de consenso.

No sé si ha visto la película La ola (Dennis Gansel, 2008), que narra la iniciativa de un profesor de instituto para llevar a cabo un experimento con el que sus alumnos entendiesen los fundamentos de los gobiernos totalitarios. Un proyecto que se inicia casi como un juego y que acaba de manera trágica, con la disciplina como premisa y el sentimiento patriótico que confunde a sus participantes en una comuna de ideas imaginarias que acaba convirtiéndose en un movimiento real dentro del mismo centro de estudios, e incluso fuera de él...

Todo individuo que crea en la democracia debería revisar al menos esta cinta del director alemán Denis Gansel. Deja en evidencia el cómo y el porqué de la revolución fascista que sufre como una ola, no solo este país, también el resto de Europa.

Es un hecho incuestionable que fascistas, filofascistas y demás lunas menguantes que los orbitan, y que a su vez giran en movimiento de revolucion alrededor del histórico sol nazi del pasado siglo XX, creen con tanto ímpetu, firmeza y denuedo sus propios delirios de falsedades que serían capaces de hacer girar la Tierra en sentido contrario al movimiento de rotación; Adolfo estuvo a punto de conseguirlo... De no ser por el infame asesino Stalin y su comunismo purgado de rabia, España sería hoy una provincia de Alemania. 

Esos adeptos, en su asunción de la ilusión como si de una realidad se tratase, creen los cuatro conceptos y medio por los que se desenvuelven a pie juntillas como si de una Biblia se tratase; porque en las tripas no hay verdad ni neuronas capaces de conectarse para descifrar un solo pensamiento razonado, consensuado o siquiera debatido; solo albergan un falaz e irracional falso sentimiento patriótico que lo justifica todo, esto es, escatología pura (entiéndaseme los dos sentidos de que dispone la etimología del palabro). La película que cité antes, lo describe así de manera contundente.

Esa demagogia embebida por la discapacidad intelectual les hace ciertamente peligrosos, porque no hay nunca apelación más burda, primitiva e ignorante al sentido de la democracia que la causa se resuma en un golpe de colon... y al retrete (salvo cuando la democracia le es favorable para asir el bastón de mando y golpearnos con él a la inmensa mayoría que no sintamos la patria como ellos). Basan sus delirios de odio democrático en un hipotético régimen estatutario donde solo caben los proyectos que guardan en las tripas y gustan en defecar sobre todos y para todos por imperativo legal, como maná en el desierto intelectual por el que vagan desde allende el tiempo donde creó tormentas y deseos. Y solo los que anhelan la putrefacción de lo que despiden las tripas son los que acaban orbitando alrededor de esa idea de común denominador, hasta los habrá que se cansen de vagar por el paraíso de la honestidad y acaben por inmolarse en el espejismo de la falsedad en el desierto de la desigualdad autocrática.

Y en ese sentido, querido ilustre ignorante como yo, el gran Antonio Machado se atrevió a sintetizar una de sus reflexiones más solemnes en torno a estas ideas en una sola frase: «El arma más destructiva que utiliza el fascismo es la mentira». Porque la mentira da una vuelta al mundo antes de que la verdad se ate los cordones, como dijo para la posteridad también Mark Twain; y si no, que se lo pregunten a MAR. Así funcionaba el rudimento de crear sociedad entre los alumnos del instituto de La ola, así funcionó la propagación del régimen Nazi en el siglo XX, y así funciona a las mil maravillas ahora, también y sobre todo en España.

Y es que, querido ilustre, acopiamos pocos intelectuales en este país que sacudan el tarro de pensar (también para que sacudan el nuestro), y los pocos que quedan (como Emilio Lledó, por poner solo un nombre en la palestra) se van apagando poco a poco y prefieren el silencio a luchar contra los molinos, porque andamos todos ciertamente con la mierda al cuello y ellos ya tienen el cielo ganado y evitan complicarse la vida... Lo peor es que hasta los hay que disfrutan retozando en ella y aniquilan emocional, intelectual y profesionalmente sin ambages a todo el que amenace con desinfectar con lejía y zotal. 

Si añadimos a la fórmula la clase tan amplia de furcias mediáticas que copan el pseudoperiodismo que nos mean filofascismo a diario (y que nos quieren hacer creer que es el más dulce de los perfumes, e incluso es mayoría quien lo cree a pie juntillas) da como resultado una sociedad que va camino de la inutilidad más viciosa de toda la historia de la humanidad. En especial los que parecían honestos sucumbirán por treinta mondas de plata para disfrutar en ese espejismo de mentiras en pleno desierto de decencia y honestidad, falsedad y desigualdad autocrática. Mire donde mire, sea cual sea el país al que eche un vistazo, la cosa no pinta mejor que aquí.

Espero no haber hecho mucho spoiler de la película, porque acabar pueden comprobar cómo acaba si le echa una visial, y la verdad es que da pavor...

La verdad, con mi corazón en la mano, hacemos méritos más que sobrados para la extinción de nuestra especie... Nunca pensé que el ser humano abrazase la autodestrucción con tanto empeño como ahora desde que Hitler logró llegar al poder un 30 de enero de 1933. Ni cien años han pasado...

Hala, y ahora unos churros con chocolate antes de que se acabe todo esto.








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